Mi experiencia de más de 15 años estudiando y aplicando distintos tipos de terapias naturales y energéticas me ha llevado a quedarme con los puntos más fuertes de cada una de ellas.
Es así como he diseñado un método holístico, transformador, en el cual he trabajado mucho.
En él integro las mejores herramientas de estas terapias, añadiéndole un toque de creatividad y magia personal. Ello me permite saber dónde se encuentran los bloqueos, en todos los niveles (físico, emocional-mental, energético y espiritual) y también saber que técnicas específicas se necesitan para resolverlas.
Este método representa un enfoque terapéutico único e innovador que fusiona los principios de la terapia holística, energética y espiritual con técnicas de frecuencia. Esta integración crea un sistema de sanación profundamente efectiva para acceder y transformar el subconsciente, permitiendo abordar no solo el bienestar físico, sino también el emocional, mental y espiritual de la persona.
Con todo esto conseguimos que la energía y la frecuencia correcta vuelvan a fluir en todos los niveles existenciales, para así poder llevar la vida que tanto desea, la persona que viene a consulta.
¿Qué quiere decir que es un método holístico?
Quiere decir que ve al ser humano como un todo integrado e intercomunicado, no por partes, y lo trabaja en todas sus dimensiones (física, emocional-mental, energética y espiritual) ya que todas interactúan y se afectan entre sí. Es por esta razón que también potencia estados deseados por la persona, es decir, sirve para apoyar la progresión y la evolución del individuo, para mejorar su estado físico, sus capacidades y comportamientos y para elevar su nivel de conciencia.
¿Por qué trabaja con frecuencias?
Esta idea parte de la física cuántica. La física cuántica nos da una visión de que somos energía y frecuencia pero sobre todo de que nuestra salud y nuestro bienestar está profundamente conectado con esa energía. Todo en nuestro cuerpo tiene una vibración, una frecuencia determinada innata y única, si esta frecuencia cambia, se desequilibra y es entonces cuando aparecen los síntomas (sin alteraciones todavía en analíticas ni en pruebas médicas, pero que hace que no nos encontremos bien), si no conseguimos volver a equilibrar a tiempo esta frecuencia es cuando aparece la enfermedad.
¿Cómo trabaja la energía?
La energía en nuestro cuerpo trabaja de manera intrincada, influyendo en todos los aspectos de nuestro bienestar.
Trabaja de varias formas:
Vibración: es el movimiento oscilatorio de una partícula, básicamente es el movimiento repetitivo de ésta. Frecuencia: es el producto de esa oscilación, es decir, la frecuencia es la medida de cuántas veces ocurre esa vibración (oscilación) por segundo, y se mide en Hertzios (Hz). Es decir, si un objeto vibra 50 veces en un segundo, se dice que tiene una frecuencia de 50Hz. Sin vibración no hay frecuencia. Lo que hace que la vibración se dé es la energía.
En mi método, el subconsciente de la persona consultante es el encargado de decir cuál es la frecuencia perdida que está generando esa alteración (a cualquier nivel) o en qué parte se ha generado el bloqueo de esa energía.
El objetivo es encontrar las causas reales (que normalmente son varias) las cuales han desencadenado el problema por el que se viene a consulta e ir a la raíz de ese problema, con la ayuda del subconsciente y desde una perspectiva energética.
Cada técnica utilizada en este método va a dar el estímulo preciso para resolver el problema que hay en la persona, devolviéndole la frecuencia perdida y restableciendo el flujo energético, equilibrando de forma integrada a la persona en su estado más completo (mente-cuerpo-espíritu).
Un cuerpo que vibra adecuadamente es un cuerpo que no va a enfermar.
Es maravilloso para personas de todas las edades, incluso mascotas y espacios.
Cada persona es única, y por eso el proceso de sanación también lo es. No trabajo con protocolos rígidos, sino que escucho al cuerpo y lo que realmente necesita en cada momento.
En general, recomiendo comenzar con un pequeño ciclo de 3 a 5 sesiones para permitir que el cuerpo, la mente y las emociones entren en un proceso profundo de equilibrio y liberación.
Porque muchas veces, los síntomas o bloqueos que nos traen a consulta son solo la punta del iceberg. A medida que liberamos tensiones físicas, emocionales o energéticas, el cuerpo va mostrando otras capas que necesitan atención.
Yo siempre digo que somos como una cebolla (capas y capas de bloqueos, traumas, creencias, etc) y el método que he creado permite ir sanando paso a paso, respetando el ritmo natural de cada persona.
La frecuencia ideal suele ser de una sesión cada 10-15 días en la etapa inicial. Luego, según la evolución, se puede ir espaciando. Lo importante es que sea un acompañamiento consciente, sin forzar procesos.
También es posible. Una sola sesión puede ayudarte a identificar un bloqueo puntual, tomar claridad en un tema o iniciar un camino de reconexión contigo. A veces, una semilla bien plantada basta para que algo importante comience a transformarse.
No es un tratamiento médico y por tanto no sustituye la toma de ningún fármaco ni la realización de ninguna prueba médica.